No te comprendo.

Creo que te quiero,
sino ¿por qué me siento mal
cuando estás lejos
o no sé si te veré más?

Si todos necesitamos cariño,
¿por qué te empeñas en estar solo? 
Te gusta meterte en mi abrigo
pero parece que solo soy un antojo.

Te pienso, te beso, te observo...
todo el tiempo que puedo.
Te añoro, te amo, te deseo...
cuando vas lejos y no te tengo.

Eres como:
 -El mar- consigue que me desnude,
acaricia muy despacio mi cuerpo,
altera mi mente con su perfume
y se queda a dormir en mis adentros.