Amarga soledad.

Aunque sea pequeña mi habitación
parece tan inmensa y oscura.
Es como una amenaza a la razón
que parece no tener solución alguna.

No creo que llegue a ser libre
jamás en la vida sin ti.
Estoy asustada y prudente siempre.
Solo tú cambias mi forma de sentir.

No quiero dinero, no quiero nada.
Solo un pequeño lugar escondido
donde pueda en tu pecho descansar.
Sin reloj, sin miedo al tiempo perdido.

En cada despertar, en cada suspiro...
apareces en mi mente sonriente,
tan cariñoso, positivo y tranquilo...
es imposible sacarte de mi mente.